Mi Negro hermano con botas al revés

Falsos positivos en Colombia
De piel Negra como yo era mi menor hermano.
Nombre suyo: Pragmacio.
Edad: apenas diecinueve maracas.
También a él, poniéndole como carnada
esa promesa de un muy bien pagado empleo
más allá de su originario pueblo,
en un camión de aquellos habituales lo embarcaron.
Después de como dos meses en casa nos imaginamos,
por su silencio, que algo malo le había pasado.
¡Dicho y hecho! Nunca presagiamos fue
que para presentarlo dizque como miembro de la guerrilla
por igual le pondrían esas pecuecudas botas al revés,
amén del camuflado que no era de sus medidas.
Todavía, años después del “falso positivo” aquel, que
sabido que crimen de Estado, penando seguimos;
más porque aún no aparece ni en cenizas el cadáver.
Miles autores materiales de “falsos positivos”,
confesos o no, han ido a parar a la cárcel.
Pero los cabecillas ordenadores niegan haber ocurrido
eso, y sus culpas. ¡Boquipompos y aún impunes bandidos!



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