Pobres que no viven

Miles de millones
de personas en condición
de acongojados pobres
–o, con precisión,
que hijos paridos por la miseria son-
por doquier en la Tierra viven.
Pero esa mencionada precaria situación
deja razones inapelables para decirse
que aquellos individuos
no es que viven, en realidad;
sino que son cual cadáveres insepultos
que a duras penas, ¡ajá!,
¡oh, mi Señor Dios!, sobreviven.
Personas que por lo general eso les pasa
por culpa de que las oprimen
acaudalados, oligarcas.
Prójimos, pues, que sin clemencia
abandonados a su suerte se encuentran.