¡Malparidos!

para señalar a los individuos que, a pesar
de haber sido bien paridos
–o que quizás nacidos en cuna de oro-,
cuando ya crecidos
proceden de reprochables modos:
Criminales y opresores, guaches y bárbaros,
impúdicos… En suma, no comulgando
con la Ley de Dios; sino, ¡mjú!,
con inspiración en Belcebú.
…Reconozco que puedo ser malparido yo,
porque no niego que soy un pecador.
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