Misión de Rebeldio

PERO quede bien claro que la rebeldía desarrollada sea siempre, ¡ojalá!, sin que se prescinda de enarbolar la bandera de la sagrada paz.
SE ME HACE obligado concluir manifestando que como en este espacio abordo asuntos que muy seguramente causan molestias, preciso que no lo hago, ¡no!, con ese propósito; sino, en realidad, solamente procurando lo arriba señalado; y, ¡cómo no!, corresponden mis palabras a un ejercicio de asegurarle desahogo a mi pluma; mejor, ¡a mi alma! En esa medida, entonces, convoco a que nos preñemos de TOLERANCIA. Es decir, a que las diferencias o divergencias ideológicas, o de la categoría que sea, no queramos dizque resolverlas recurriendo a la irracional agresividad o violencia que no pocas veces, por desgracia, acaba con unos desenlaces incluso fatales; o con sangre a bordo. ¡Cosa de Belcebú! O que ser lo mismo que, como recalco, darle razón a Thomas Hobbes con su lapidario "homo homini lupus": "Los humanos son lobos para los humanos".
¡Que Dios Todopoderoso nos ampare de malas horas!
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